¿Te sientes abrumado o abrumada porque crees que la relación con tu hijo está siendo negativa, cargada de emociones amenazantes lo cual genera un impacto de inseguridad en su desarrollo?
Quiero afirmarte que muchas de nuestras actitudes y comportamientos en las relaciones se erigen en las capas más profundas de nuestra niñez, es decir, nuestros primeros vínculos con nuestros cuidadores principales forman parte del andamiaje de nuestra personalidad; nuestras primeras experiencias relacionales en la infancia, influyen en nuestras relaciones del presente, este concepto o creencia está basada en la Teoría del Apego.
¿Teoría del Apego? ¿Qué es?
No te preocupes si es un nuevo concepto para ti. En nuestro lenguaje cotidiano de padres entre una mezcla dantesca y apasionante del mundo de la crianza, el concepto suena raro, pero, es super importante que al menos conozcamos lo que nos quiere decir.
La Teoría del Apego: defiende que el movimiento o círculo que se mueve en las relaciones entre padres e hijos desde sus primeros meses es parte esencial de su desarrollo evolutivo y su estructura de personalidad. Lo cual permite explicar la naturaleza del vínculo emocional que, desde el nacimiento, se establece entre el niño y sus cuidadores, así como, por qué las relaciones afectivas son tan importantes en nuestra experiencia como adultos (Bowlby 1973/1980).
Por consiguiente, teniendo en cuenta la perspectiva de la teoría del apego, encontramos un denominador común. El andamiaje de algunas partes de nuestra personalidad, formado por mecanismos de protección o de defensas, tales como; el miedo, la evitación, la vergüenza, la ira…
A menudo mecanismos muchas veces inconscientes, pero muy limitantes, que influyen en nuestras relaciones. Nos condicionan para bien o para mal.
En este aspecto quiero decir que los primeros vínculos reflejan su influencia en la crianza. A menudo, sin darnos cuenta, ciertas limitaciones las trasmitimos a nuestros hijos creando un apego inseguro, que se reflejan en su personalidad (autoestima, autoconcepto).
Entonces, al darnos cuenta de ello, sentimos una gran angustia como padres. Necesitamos regularlo, poder gestionarlo. Necesitamos ayuda para ello y en esas situaciones también aparecen con frecuencia creencias de ser insuficientes en la crianza y/o como cuidadores principales de nuestros hijos. Teniendo en cuenta tal motivo, El Círculo de Seguridad podría ser la solución, es una herramienta necesaria y poderosa. Es el camino, quizás.
El enfoque del COS es una buena noticia para dar sentido a esa angustia y preocupación. Desde hace unos cuantos años el Circle of Security International está implantando una metodología para fomentar una crianza con apego seguro.
Es un enfoque con base en la Teoría del apego, con un poder transformador para el fortalecimineto del camino a la seguridad que todos los padres anhelamos. Brindar seguridad ahora a nuestros niños para que así en el futuro sean adultos seguros de sí mismos.
El COS es una nueva perspectiva para padres y cuidadores.
El Círculo de Seguridad creado por tres genios de la Psicología e Intervención Temprana Glen Cooper, Kent Hoffman y Bert Powell crearon el Programa COSP para hacer accesible a los padres y cuidadores las nociones básicas y accionables para establecer relaciones de apego seguro con sus hijos.
Decirte que tranquiliza y ayuda mucho saber que existe este tipo de programas que sostengan y que sean manos en el camino del aprendizaje desde el propio autoconocimiento. Facilita la comprensión y conexión empática con el estado de ánimo y estado mental de uno mismo. Fomenta la autocompasión respecto a las relaciones, es como ver claro, muy claro, que la forma de vincularnos con los demás tiene profundas raíces en la niñez, es decir, el círculo de Seguridad funciona como una lupa que aumenta nuestra visión para captar señales en las relaciones con nuestros hijos, así se elimina nuestra ceguera mental que bloquea nuestra percepción en las relaciones (atribuciones cognitivas negativas).
El COS es un concepto nuevo para la “Crianza Comprensiva, Autónoma y Segura”
Por tal motivo, el diálogo reflexivo, herramienta básica del COS, proporciona una forma mágica de percepción y autorregulación emocional.
Un breve ejemplo de dilogo reflexivo…
¿Cómo te sientes cada vez que tu bebé o tu niño llora? Angustiada, evasiva, ¿ansiosa? ¿y cómo ese afecto desregulado se trasmite de manera inconsciente a tu niño, creando inseguridad, miedos, llantos, insomnios?
Te ocurre, ¿verdad? Como respuesta a ello, el programa del COS fomenta e impulsa la empatía con respecto a uno mismo; la capacidad para reconocer y regular las emociones personales. Promueve el autoconocimiento y autodescubrimiento, porque la intención de los padres respecto a los hijos es siempre positiva. Hay ganas, muchas ganas, de establecer vínculos seguros.
“Entender y comprender nuestras emociones
transmite paz, conexión, serenidad y aceptación”.
De este modo, en la visión del Círculo de Seguridad, la desregulación emocional en la relación padre-hijo tiene como nombre «la Música de Tiburón» .
Es toda manifestación angustiosa que nubla y oscurece nuestra mente y nuestra presencia como padres en la crianza, oscurece nuestra conciencia y nos limita a entender y atender las necesidades emocionales y de relación con nuestros hijos.
La música de tiburón bloquea la percepción que tenemos sobre nosotros mismos en cuanto a nuestros sentimientos, emociones, comportamientos y hace que influya en percibir esas emociones, sentimientos y comportamientos de nuestros hijos, es decir, la música de tiburón hace que no seas capaz de ver las señales ocultas que demandan tus hijos.
Pero…
Hay otro peldaño importante en escalar y vivir en la ruta de la seguridad en las relaciones, y es el sistema innato de búsqueda de atención del niño, y el sistema innato de cuidado del padre, entonces hablamos de una motivación para el cambio.
Es decir, el niño es capaz de pedir ayuda, y el padre es capaz de proporcionarle esa satisfacción, es innato, el camino, las conexiones, miradas, percepción y presencia lo hacen posible.
La Flexibilidad y el Equilibrio en el COS
Se refiere a integrar y detectar señales asociadas con el cuidado, el apego y otros sistemas de comportamiento que afectan la relación padre e hijo, a través de la mirada empática como oposición a la ruptura en el movimiento del círculo.
La exclusión y la confusión en la relación parental, en contraposición al instinto de protección que subyace y surge, brilla y florece, si nos permitimos, porque la intencionalidad positiva es innata en los padres y subyace a cualquier experiencia paralizante que obstaculiza el fluir en el vínculo paterno filial.
“Es más fuerte la relación después de la reparación que antes de la ruptura”, la toma de conciencia y como aprendizaje la experiencia de estar con y estar fuera del círculo forman parte del camino a la seguridad, así para llegar a la meta, necesitamos reflexionar, percibir, sentir, conectar aceptar y reparar. El funcionamiento reflexivo y las experiencias de estar-con ayuda a la reflexión y a la comprensión de atender las necesidades emocionales de nuestros hijos.
“La fuerza subyacente del cambio no consiste en si una madre o un niño no se comportan correctamente, el cambio subyace en tomar conciencia del instinto de una madre de proteger, cuidar y responder a su hijo, al igual que, el instinto del niño de buscar esa protección y cuidado tiene el potencial de transformar un apego inseguro o desorganizado en uno seguro”.
Por tal razón entendemos que el COS interviene en:
La vorágine psicológica de eventos en las relaciones entre padres e hijos (expresión emocional de los hijos y las señales que transfieren).
Influye en las defensas instaladas en la estructura de personalidad de los padres como luz en el camino a la autoconciencia, la reflexión, la empatía y la autocompasión.
Por tanto, su objetivo principal es el fomento del apego seguro desde el diálogo reflexivo, la autoconciencia, la regulación emocional y la co-regulación, para así llegar al resultado anhelado: una “ crianza suficientemente buena” o ir trazando líneas del camino al apego seguro.
La Intervención del COSP (Círculo de Seguridad Parental)
En su intervención el COSP se centra en la participación de los padres desde la reflexión sobre sus propias limitaciones que se desencadenan cuando sus hijos evocan un afecto emocional, responden con una emoción no regulada que propicia una atmósfera amenazante al niño. Entonces, desde la toma de conciencia de su afecto no regulado, el objetivo del COS es:
“Ayudar a organizar y a reflexionar sobre su respuesta afectiva y cognitiva, que luego abre camino a una crianza suficientemente buena.”
Con ese propósito uno de los ingredientes principales son la intencionalidad positiva de los padres y su capacidad para el funcionamiento reflexivo.
Endentemos que la emoción desregulada provocada por dolorosos recuerdos de procedimiento, conduce a una crianza defensiva problemática y crea un apego inseguro. Los padres pueden anular la tendencia de acción negativa subyacente, optar satisfacer más frecuentemente la necesidad de su hijo lo suficientemente buena que proporcione un apego seguro. Como resultado les confiere a los padres la confianza necesaria de que tienen lo que sus hijos necesitan y que pueden hacerlo para así hacer florecer un apego seguro.
¿Y ahora qué? ¿Cuáles son los pasos para crear un apego seguro entre padres e hijos?
Lo pasos para crear un apego seguro entre padres e hijos reúne al menos estos conceptos:
- La intencionalidad positiva de los padres (siempre está presente es innata está presente en nuestro sistema de acción).
- El diálogo reflexivo.
- El Mapa del COS es una herramienta esencial (representa de manera Gráfica los tres sistemas implicados en el apego padre-hijo).
El sistema de apego (la mitad inferior del círculo donde el niño demanda la comodidad de un refugio seguro)
El sistema exploratorio (la parte superior del círculo, donde el niño demanda una base segura desde su exploración, desarrollo, y aprendizaje)
El sistema de cuidados (las manos del círculo que sostienen al hijo)
En resumen, ayuda a comprender las necesidades de sus hijos y a comprobar que el niño cambia de perspectiva una y otra vez durante el día y que los padres contribuyen a fomentar la necesidad de protección del niño y alientan su crecimiento hacia la autonomía e independencia.
El resultado de estas acciones muestra a los padres que pueden y son capaces a partir de la conciencia, la autocompasión para así legitimar y entender su música de tiburón. Ayuda a los padres a entender el porqué de las rupturas en el círculo y en sus historias.
Así, el fomento de la autoconciencia en el COS ayuda a la autobservación de los padres con respecto a las necesidades de los hijos, dar sentido a su propio comportamiento y del de sus hijos.
Como resultado, el conocimiento relacional implícito, la intencionalidad positiva innata para afrontar, da sentido e impulsa el comportamiento y actitud hacía un apego seguro entre padres e hijos.
Y como último mensaje:
Caminar por la ruta de la seguridad en las relaciones, no se trata de eliminar el comportamiento, sino de entender y atender la legítima necesidad de los hijos, a través de la lupa del COS.
“El Círculo de Seguridad como luz que abre el camino para reparar apegos”
“Comienza por donde estoy, no por donde crees que necesito estar”.
Más que protocolos, el Círculo de Seguridad es una experiencia viva, capaz de transformar, reconectar, rescatar, y restaurar positivamente relaciones, bloqueadas por creencias negativas de la visión y perspectiva del mundo de cada persona.
El apego seguro se puede adquirir, el apego seguro se puede proporcionar, estamos dotados de un sistema de acción innato capaz de transformar y cambiar.
