Respiro profundo.
Enero llegó con más energía y salud tras varias semanas de nuevo con virus rondando.
¿Cómo estás tú con esto?
¿Te libraste?
¿Caes una y otra vez con estos virus?
Este tema está saliendo una y otra vez en la bienvenida a mis pacientes, en las supervisiones, las reuniones de equipo… ¿Por qué necesitamos hablar de lo que nos ocurre con otras personas?¿qué puede tener de beneficioso?¿Tiene sentido hacerlo?
Así, sin quererlo, estoy llegando a la conclusión de que me apetece en esta ocasión compartir contigo sobre la diferencia de hablar con el otro sobre algo que nos sucede en el presente cuando estamos en distintas partes del Círculo.
¿Qué no conoces el Círculo? Por suerte, esto tiene fácil solución. Dame dos minutos para presentártelo.
El Círculo de Seguridad es un mapa, una representación gráfica, del apego.
Podemos ver tres partes diferenciadas:
La parte de arriba del círculo representa el sistema exploratorio, la exploración.
La parte de abajo del círculo representa el sistema de búsqueda de cuidado, la regulación y la conexión.
Las manos en el círculo representan el sistema de proveer cuidado, ¿cómo? Pues apoyando en la exploración, la regulación y la conexión.
Si todo esto te suena extraño, o despierta tu curiosidad, te animo a leer algunos de los artículos que tenemos en el blog “Suficientemente Buenos” , a ver los vídeos de nuestro canal de YouTube … y luego vuelve a estas líneas.
Continuamos entonces.
Si nos fijamos en el Mapa del Círculo y traemos a nuestra mente esta acción procedimental en la relación, hablar con otro adulto sobre un tema complicado para nosotros en el presente, vamos a desgranar qué está sucediendo desde el prisma del Círculo.
Estamos en relación, entonces uno de los dos adultos hace de “Manos” y el otro adulto da vueltas alrededor del Círculo.
El primer ejercicio sería reconocer quién es “Manos” y quién da vueltas.
Vamos con ello, con Patricia y Marina, dos amigas que han quedado para dar un paseo y charlar.
- Patricia: Marina ¿¡cómo estás!? No te veo desde antes de las navidades… Pero no me digas nada… Ay cielo, qué carita tienes… ¿Qué ocurre?
Entonces Marina respira hondo mientras su cara hace una mueca de desagrado y algo de tristeza.
- Marina: Ay qué bien lees siempre Patricia… Pues estoy cansada y fastidiada… Adivina… De nuevo con virus y de baja… Ahora más o menos bien, pero cansada. Estuve dos días en cama hace dos semanas, pero luego ya mejor desde año nuevo.
- Patricia: Con virus y de baja… ¿Necesitas que dejemos el paseo para otro día?¿Cómo te encuentras ahora?
- Marina: Mejor, mejor, quita. Necesito este aire fresquito y de verdad, tengo muchas ganas de este paseo y de verte. Muchas gracias por preguntarme.
Y continúan andando por una calle arbolada, ha llovido y el aire es fresco y agradable.
- Marina: Pues te cuento un poco cómo han sido estos días, ¿sabes cuando empecé con síntomas? Jajaja, justo después de la comida de navidad de la empresa.
Y continúan andando mientras ambas hablan de las navidades, los virus, y de cómo se presenta enero.
¿Quién crees que está haciendo de “Manos» (recordemos: sistema de proveer cuidado apoyando al otro) en este momento en la relación entre Patricia y Marina?
¿Qué te hace suponer que esto es así? Y aquí te animo a revisar estas líneas y ver qué has leído, qué te hace suponer esto. Yo voy a proponerte que quien hace de Manos en este momento es Patricia.
¿Tiene sentido?
Otra forma de aproximarnos a los roles en la relación (“Manos” versus “Dar Vueltas”) es preguntarnos quién está mostrando una necesidad, ya sea de exploración, regulación o conexión.
Vamos a fijarnos ahora en esta parte específica de la interacción:
- Patricia: Marina, ¿¡cómo estás!? No te veo desde antes de las navidades… Pero, no me digas nada… Ay cielo, qué carita tienes… ¿qué ocurre?
Entonces Marina respira hondo mientras su cara hace una mueca de desagrado y algo de tristeza.
- Marina: Ay qué bien lees siempre Patricia… Pues estoy cansada y fastidiada… Adivina… De nuevo con virus y de baja… Ahora más o menos bien, pero cansada. Estuve dos días en cama hace dos semanas, pero luego ya mejor desde año nuevo.
Y aquí va la segunda parte del ejercicio…
¿Dónde crees que está Marina en esta parte?¿En la parte de arriba del Círculo, o en la parte de abajo del Círculo?¿Qué específicamente te hace creer esto? ¿Qué necesidad o necesidades crees que está mostrando?
Voy a proponerte que Marina está en la parte de abajo del Círculo. Mostrando primero la necesidad “Dame la bienvenida” y después “Alégrate en mí”.
Veámoslo: en lenguaje del Círculo podríamos suponer que Patricia da la bienvenida a Marina en la parte de abajo del Círculo, “Ay cielo, qué carita tienes… ¿Qué ocurre?”
Cuando Patricia da la bienvenida a Marina, entonces Marina respira hondo mientras su cara hace una mueca de desagrado y algo de tristeza, y entonces, pone palabras a cómo se siente en ese momento mientras Patricia la escucha de forma empática.
¿Tiene sentido?
Cuando esto sucede, entonces continúa este baile seguro en la relación. Patricia chequea si realmente pasear es lo que Marina necesita, y entonces, Marina responde de forma genuina; emitiendo señales correctas, sobre cómo se siente y qué necesita en ese momento.
Pasando a estar en la parte de arriba del Círculo en algún momento entre compartir sus sentimientos y la pregunta de Patricia. Durante el paseo, Marina en la parte de arriba del Círculo muestra la necesidad exploratoria “Diviértete Conmigo”, manteniendo una conversación con su amiga sobre las últimas semanas y las próximas a la vista.
¡Cuántas cosas suceden en pocos segundos! Es cierto. Poder encontrar momentos para desgranar, describir y suponer cachitos de interacción nos ayuda a avanzar hacia la seguridad.
Rebatirnos y preguntarnos a nosotros mismos y al otro ¿qué has visto que te hace suponer esto? Nos hace poder aterrizar y volver a la memoria episódica, ¿qué ocurrió que supuse que era dame la bienvenida?
¿Cómo ha sido este ejercicio para ti? Espero que lo hayas disfrutado, para mí ha sido un gusto y he disfrutado mucho pensándolo y aterrizándolo, pero…
¡Ojo!
A este ejercicio le podríamos meter mucha más reflexión sobre la relación, sobre Patricia y sobre Marina…
Por ejemplo… ¿por qué he supuesto que es un “dame la bienvenida”?
Más, si Patricia no hubiera dado la bienvenida a Marina, ¿qué habría sucedido entonces?¿Sería posible que entonces Marina no hubiera hablado sobre cómo se encuentra en ese momento? Puede que sí, puede que no. Piénsalo en ti misma o en ti mismo. Si tu amigo no hubiera puesto la atención en cómo llegas a ese paseo, en tu cara, tus ojeras, tu lenguaje no verbal… ¿Habría salido de ti decirle que te encuentras mal?
Reflexión, reflexión, reflexión.
Y ahora te propongo un respiro, que te centres en tu aquí y ahora y que recuerdes que si quieres seguir aprendiendo sobre seguridad, sobre apego, sobre el Círculo, nos tienes a un clic (meter enlace).
Hoy te propongo de forma específica el curso Regula, Conecta, Explora, Aprende y Practica el Apego Seguro. Más de 9 horas de contenidos de vídeo, en píldoras, para ver en diferido a tu ritmo. Este curso es para público general, especialmente recomendado si estás en un proceso de terapia informado en trauma y apego.
Y ¿qué te parece que nos demos un respiro y nos despidamos por hoy?
Te deseo un feliz día, o una feliz noche. ¡Nos vemos!
Un abrazo,
Arwen.